Una plataforma vibratoria, también llamada plataforma de vibración o plataforma oscilante, es una máquina de ejercicio que consta de una columna con asas y de una plataforma que vibra u oscila. Las plataformas vibratorias se basan en la tecnología de las vibraciones, según la cual las vibraciones de entre 20 y 50 Hz durante cortos períodos de tiempo provocan la estimulación de las fibras de los tejidos musculares.
Características de las plataformas vibratorias
Las plataformas vibratorias son unas máquinas de ejercicio que cada vez son más populares, tanto en los gimnasios y centros de fitness, como en el ámbito doméstico, para ejercitarse en la comodidad de hogar. Consisten en una columna con asas, colocada sobre una plataforma que vibra u oscila, donde se sube el usuario.
Los primeros experimentos con máquinas de vibración para muscular el cuerpo se realizaron en la década de 1960 y 1970 en la URSS para conseguir mejorar las capacidades físicas de los cosmonautas en situaciones de ausencia de gravedad.
Las plataformas vibratorias se fundamentan en la tecnología de las vibraciones (Whole Body Vibration, WBV) según la cual las microvibraciones que provocan una rápida contracción y distensión de los músculos, de en torno a 20-50 contracciones por segundo, consiguen los mismos rendimientos que el entrenamiento convencional pero en menos tiempo y sin necesidad de realizar movimientos, o con un movimiento muy reducido adoptando distintas posiciones sobre la plataforma.
La frecuencia de la vibración provoca la sobreestimulación de las fibras de los tejidos musculares, lo que ocasiona una notable mejora en la capilarización, permitiendo un mayor rendimiento explosivo de los músculos.
Se ha comprobado que las vibraciones estimulan los músculos y ayudan a los atletas a mejorar sus marcas, favoreciendo la ganancia de fuerza, pero únicamente si es durante cortos períodos de tiempo y con poca intensidad. Las sesiones largas producen fatiga y dolores similares a los que sufren los operarios que trabajan con taladros neumáticos.
Diversos estudios han demostrado los múltiples beneficios de la tecnología de las vibraciones en los sistemas múscular, esquelético, nervioso, endocrino, circulatorio y linfático. También tienen efectos positivos sobre la densidad ósea, por lo que se emplean para la prevención y rehabilitación de la osteoporosis.
Las plataformas vibratorias son producen vibraciones de entre 20 y 50 Hz que se transmiten al cuerpo a través de los pies o el trasero, según se esté de pie o sentado. Las vibraciones fuerzan a las fibras musculares a contraerse, generando minicontracciones que tienen como resultado un trabajo muscular.
Según la forma de realizar el movimiento podemos distinguir varios tipos de plataformas vibratorias:
- Plataformas vibratorias verticales: realizan el movimiento únicamente en dirección vertical, hacia arriba y hacia abajo. Es un movimiento similar a saltar arriba y abajo, o hacer flexiones sin moverse del sitio.
- Plataformas vibratorias oscilantes o basculantes: realizan los movimientos no sólo en el sentido arriba-abajo, sino también de izquierda a derecha, así como ambos movimientos combinados. Su trabajo es más natural que el vertical. Es un movimiento similar a saltar de lado a lado, de un pie al otro.
- Plataformas vibratorias multidireccionales o triplanares: realizan movimientos multidireccionales, de arriba abajo, de izquierda a derecha y también de atrás hacia delante, en todas direcciones a la vez.
Las plataformas vibratorias, al contraer y relajar los músculos por su movimiento, hacen posible que se tonifiquen todos los músculos del cuerpo sin llegar al cansancio, no sobrecargan los tendones, fortalecen el tejido óseo y mejoran la circulación sanguínea, por lo que contribuyen al mejoramiento general del organismo. Además, regulan el metabolismo y permiten eliminar problemas de retención de líquido, eliminado la grasa o tejido adiposo, por lo que se elimina la celulitis y ayudan a perder peso.
Respecto a los inconvenientes, a pesar de las muchas ventajas que tiene ejercitarse utilizando plataformas vibratorias, muchas personas no pueden utilizarlas, ya que sus condiciones médicas no son compatibles con estas máquinas. Algunas de las contraindicaciones son embarazo, trombosis, enfermedades cardiovasculares, prótesis artificiales de articulaciones, hernias, epilepsia, migrañas, marcapasos, implantes recientes, cirugías recientes, tumores o problemas de retina, entre otras.