Ya no estamos solos en el gimnasio. Cada vez que vamos hacemos nuestra rutina "pactada", aunque no sin antes ser saludados por el ordenador que reconoce nuestra clave al llegar: "disfrute su rutina de ejercicios", "última sesión realizada el día"… Y piensas ¿hace cuánto que no he venido? Después comienza ese calentamiento cardiovascular con step, bici elíptica, cinta de correr o alguna otra máquina infernal nueva…
Y empieza el trabajo de la mayor parte de nuestro cuerpo músculo a músculo con diferentes aparatos de diseños cada vez más impresionantes, máquinas que ya están en red, que conocen nuestra clave y nos "chivan" el peso que tenemos que poner, las series y repeticiones que hicimos el último día y las que debemos hacer hoy: oímos el mensaje de "no choque pesos entre sí", "vaya más despacio", "objetivo cumplido". ¡Qué control! Y sigue el circuito, hasta que consigues terminar todo el plan propuesto para cumplir con el entrenamiento y liberar endorfinas suficientes de satisfacción por el trabajo bien hecho.
Ah! Después de terminar el circuito de pesas no tenemos que olvidar una buena ración cardiovascular ya en serio, de 30 minutos en adelante, un trabajo aeróbico en la máquina que más nos guste: bici o mejor cinta de correr. Con todo esto volvemos a nuestro amigo el ordenador y su mega programa FitLinxx para decirle que queremos cerrar nuestra sesión de ejercicios y nos dirá el tiempo que hemos trabajado, los kilos que hemos levantado y guardará todo nuestro trabajo. Pues bien, parece que al terminar la sesión nuestro espía de gimnasio FitLinxx, ya descansa pero no es así.
Bien tenemos que agradecerle que ha mejorado mucho la antigua relación que había antes con las anteriores máquinas de pesas, frías, ruidosas y de aspecto bastante ortopédico. Ahora tienen un diseño tipo "nave espacial", es agradable que te diga "mensajitos", que te recuerde cómo debemos usarla, qué musculos estamos trabajando… así parece que el espía de gimnasio se convierte en un amigo.
Y no queda todo ahí, la maravilla de Internet hace posible que el espía te envíe cada mes un email con datos de tu trabajo en el gimnasio: te cuenta las calorías que has quemado con su equivalente en helados (me puedo comer 12,6 helados este mes), los elefantes africanos que he levantado con los kilos totales levantados en las máquinas de pesas (he levantado 6 elefantes africanos), el tipo de actividades cardiovasculares realizadas (aeróbicos, subir escaleras, andar, correr…), el porcentaje de trabajo por grupo muscular, así como el tiempo en minutos que he estado en el gimnasio y el progreso en kilos que voy haciendo cada mes…
Uf, esto sí que es un espía de gimnasio, así con las nuevas tecnologías en el gimnasio ya no estamos solos. Al acabar la sesión de gimnasio, el cuerpo pide algo de tranquilidad sin espía: unos buenos estiramientos o mucho mejor una super sporterapia: baño spa, sauna, chorros de agua, templo de duchas… Sin espías…