Los electroestimuladores son unos dispositivos diseñados para reclutar fibras musculares de modo involuntario mediante impulsos eléctricos, de tal manera que provocan una contracción muscular sin que exista una orden desde el cerebro. Existen muchos tipos de electroestimuladores, por lo que para obtener los resultados deseados debemos seleccionar un modelo con las funciones, programas, opciones y características adecuadas a nuestros objetivos.
Características de los electroestimuladores
En una contracción muscular voluntaria, es el sistema nervioso central quien envía un impulso eléctrico al músculo para que se contraiga. Con un electroestimulador, por el contrario, se envía un estímulo eléctrico al músculo directamente, provocando una contracción muscular sin que se haya producido previamente una orden del sistema nervioso central.
La frecuencia de los estímulos eléctricos emitidos por un electroestimulador se mide en ciclos/segundos (Hz, Hertzio, unidad de frecuencia del Sistema Internacional de Unidades). En función de la frecuencia aplicada se obtendrán diferentes resultados en la zona donde se aplican los electrodos:
- Entre 1 y 3 Hz: programa descontracturante. Ayuda a relajar la musculatura y eliminar las contracturas musculares.
- Entre 4 y 7 Hz: programa endorfínico. Permite aumentar la secreción de endorfinas, consiguiendo una disminución del dolor.
- Entre 8 y 10 Hz: programa de capilarización. Produce un aumento del flujo sanguíneo.
- Entre 10 y 33 Hz: programa de resistencia aeróbica. Se reclutan principalmente fibras lentas, aumentando la resistencia.
- Entre 34 y 50 Hz: programa de fuerza-resistencia. Se reclutan fibras intermedias, consiguiendo un aumento de la resistencia a la fatiga.
- Entre 50 y 75 Hz: programa de hipertrofia. Se estimulan las fibras rápidas, obteniendo un aumento de la fuerza y de la masa muscular.
- Entre 75 y 150 Hz: programa de fuerza explosiva. Se estimulan las fibras rápidas y se consigue una gran mejora en fuerza y velocidad.
En lo referente a la intensidad, se debe regular la intensidad de cada programa al máximo posible sin notar dolores ni molestias, ya que a mayor intensidad mayor reclutamiento de fibras y mayores resultados. La intensidad se mide en miliamperios (mA) o microculombios.
Respecto a las aplicaciones de la electroestimulación, la mayoría de los electroestimuladores funcionan con programas predeterminados enfocados a diferentes objetivos físicos, por lo que su uso resulta sencillo. Algunos programas predefinidos presentes en la mayoría de electroestimuladores son los siguientes:
- Masaje: disminución de la tensión muscular.
- Endorfínico: liberación de endorfinas. Por su efecto analgésico ayuda a paliar los dolores musculares crónicos.
- Capilarización: incremento del flujo sanguíneo y ayuda a la recuperación muscular.
- Tonificación: aumento de la definición muscular y tonicidad.
- Aeróbico: aumento del consumo de oxígeno y resistencia muscular.
- Anaeróbico: mejora de la resistencia en esfuerzos intensos y cortos.
- Hipertrofia: aumento del tamaño y volumen muscular.
- Fuerza explosiva: mejora de la velocidad de contracción y fuerza muscular.
- TENS (Transcutaneous electrical nerve stimulation, electroestimulación transcutánea de los nervios): disminuye los dolores bloqueando la transmisión del dolor.
Por lo que se refiere a los tipos de electroestimuladores, a la hora su adquisición debemos tener en cuenta nuestros objetivos, ya que existen modelos concebidos para un fin determinado, como fitness, masaje, rehabilitación, running, etc. Por ello debemos prestar atención a la variedad de funciones, opciones y programas, lo que incrementa las posibilidades de obtener mejores resultados.