La crisis económica, el repunte del paro y la reducción de los ingresos procedentes del trabajo ha provocado que cada vez más personas se pregunten qué hacer cuando no se puede pagar la hipoteca, evitando ante todo incurrir en impago porque la deuda se multiplica y las posibilidades de afrontarla son casi nulas. A la hora de decidir qué hacer cuando no se puede pagar la hipoteca, debemos valorar nuestra situación económica y nuestra capacidad para generar ingresos, ya que no todos los casos son iguales.
Índice de contenidos
Opciones cuando no se puede pagar la hipoteca
Veamos algunos posibles escenarios.
- No puedo pagar las cuotas pero sí renegociar
En los casos leves, cuando el cliente tiene dificultades para pagar las cuotas pero podría abonarlas si se mejoran las condiciones de la hipoteca, la mejor solución es renegociar la hipoteca. - No puedo pagar las cuotas ni renegociar pero puedo conseguir ingresos extra
Cuando las circunstancias son tan negativas que no es posible hacer frente a los pagos ni siquiera con una mejora de las condiciones, es fundamental conseguir ingresos extra para evitar el impago, al menos temporalmente. - No puedo pagar las cuotas ni renegociar ni conseguir ingresos extra
Si la situación es desesperada, hay que evitar por todos los medios la subasta, ya que se puede perder no sólo la vivienda sino también los bienes presentes y futuros, así como el patrimonio de los avalistas, sin que con esto la deuda quede saldada.
Renegociar la hipoteca
Si el cliente tiene dificultades para pagar la hipoteca pero podría hacerlo mejorando las condiciones, la solución es renegociar la hipoteca. Para ello tenemos dos opciones:
- Acudir al banco: se puede solicitar una bajada del tipo de interés, un periodo de carencia o ampliar el plazo de amortización y/o el capital. Si el banco actual no mejora las condiciones, existe la opción de subrogar la hipoteca con otra entidad financiera.
- Acudir a una entidad de reunificación de deudas: estas empresas se encargan de negociar una reunificación de deudas con distintas entidades financieras en nombre del interesado, cancelando todos los créditos y contratando un nuevo hipotecario por mayor capital y plazo.
Conseguir ingresos extra
Si el cliente no consigue renegociar la hipoteca, es vital conseguir ingresos extra para evitar el impago. Veamos algunas opciones:
- Encontrar trabajo.
- Adelanto de nómina.
- Pedir un préstamo a familiares o amigos.
- Pedir un préstamo personal.
- Restringir los gastos innecesarios, apretarse el cinturón y renunciar al estatus social.
- Alquilar una habitación de la vivienda.
- Alquilar la vivienda completa e irse a vivir a casa de unos familiares.
- Vender algo de valor, como el coche, oro o joyas.
Evitar la subasta
Si la situación es desesperada, hay que evitar por todos los medios la subasta. Tenemos varias opciones:
- Vender la vivienda.
- Ceder la hipoteca, transfiriendo el inmueble a un nuevo propietario que se hará cargo de la hipoteca.
- Dación en pago, aunque los bancos sólo acceden si creen que jamás recuperarán el préstamo.
- Declararse en quiebra familiar, procedimiento judicial que permite que un particular paralice los pagos, los intereses de la deuda y la ejecución de los bienes hasta pactar nuevas condiciones con los acreedores.