Hidroterapia

La hidroterapia es una disciplina que consiste en la utilización del agua como agente terapéutico para la prevención y tratamiento de enfermedades y lesiones, como traumatismos y reumatismos, así como problemas digestivos, respiratorios o neurológicos. Para ello, la hidroterapia se basa en propiedades físicas del agua como la temperatura y la presión.

Hidroterapia

Qué es la hidroterapia

La hidroterapia puede ser definida como la ciencia de la salud que por medio del agua puede tratar o prevenir lesiones y enfermedades, por lo que es una herramienta muy valiosa para el tratamiento de diferentes patologías. La palabra hidroterapia deriva del griego hydro (agua) y therapeia (terapia o curación).

Desde remotos tiempos, en muchas culturas se han considerado benéficos para la salud distintos tipos de baños. También existen registros muy antiguos sobre tratamientos a base de agua fría y caliente para tratar algunas afecciones y de los efectos vigorizantes de los baños de agua fría.

Ya como tal, la hidroterapia cobró auge con los revolucionarios tratamientos que surgieron en los años 40 y 50 del siglo XX a causa de las terribles epidemias de poliomielitis, cuando se demostró que para los pacientes, debilitados por la enfermedad, era más fácil realizar los ejercicios de rehabilitación en el agua que fuera de ella y con mucho mejores resultados.

Para la hidroterapia, el agua ofrece básicamente tres tipos de propiedades:

  • Química porque se le añaden sustancias para que se suspendan o se disuelvan en ella.
  • Dinámica al ser usada a distintas presiones para provocar variados efectos en el cuerpo.
  • Mecánica al producir diferentes efectos al ser usada en algunos tipos de masajes.

La hidroterapia está especialmente indicada para personas que han llevado una vida sumamente sedentaria, con problemas en las articulaciones o con falta de flexibilidad. También ayuda en el tratamiento de afecciones neurológicas, reumáticas u ortopédicas, cuando existen problemas cardio-respiratorios no severos y para padecimientos psicológicos, alteraciones de conducta y falta de equilibrio, entre otros.

Las personas con problemas cardio-respiratorios severos, mujeres embarazadas, personas con grados extremos de obesidad, hipotensión, enfermos terminales o con padecimientos infectocontagiosos, deben contar con la autorización de su médico para someterse a cualquier tipo de hidroterapia.

Un tratamiento de hidroterapia puede ser brindado de innumerables formas, como la aplicación de compresas, baños simples, que pueden ser de inmersión completa en una bañera o parciales, baños de vapor, hidromasaje por chorros de presión o baños de contraste de temperaturas. Además, pueden ser administrados en establecimientos como balnearios, clínicas de rehabilitación, spa y centros de talasoterapia.