Baño turco

El baño turco o hammam, es una modalidad de baño de vapor de origen árabe, donde ha desempeñado un importante papel como ritual de higiene, punto de reunión social y elemento arquitectónico. El proceso de tomar un baño turco consta de varios pasos: cuarto tibio, cuarto caliente, piscina fría, lavado completo de cuerpo, masaje y cuarto de enfriamiento.

Bano turco

Qué es el baño turco

El baño turco también es conocido como hammam y se practica desde hace varios siglos en los países árabes. Se efectúa en una secuencia de salas herméticamente cerradas para conservar las condiciones de temperatura y humedad requeridas. Su finalidad es la limpieza y desintoxicación del cuerpo así como la relajación.

La primera sala del baño turco es una sala de relajación donde la temperatura está poco elevada (aproximadamente 25°C) y en la que se permanece por algunos minutos. La siguiente sala está a 40°C y la tercera a 60°C aproximadamente.

Posteriormente se efectúa una inmersión en una piscina fría, lo que produce un efecto tonificante. La última fase del baño turco consiste en un lavado completo de cuerpo y un estimulante masaje. Después de esto la persona se retira a una sala de relajación y enfriamiento.

El baño turco, más que una variante de la sauna, se relaciona con las costumbres de baño romanas. Su costumbre se difundió en todo Medio Oriente gozando de gran popularidad bajo el Imperio Otomano. Posteriormente se fue adoptando en distintas partes del mundo, de modo que fueron surgiendo algunas ligeras variantes.

En la actualidad, con la creciente ola de culto al cuerpo, el baño turco es una de las opciones que se ofrecen en casi todos los spas, balnearios, resorts y clubes deportivos en todas partes del mundo.

Cuando se va a acudir a un baño turco por primera vez, se recomienda hacerlo en compañía de alguna otra persona. También se recomienda esperar por lo menos 15 minutos después de haber practicado algún deporte.

Es necesario hidratarse bien antes de entrar ya que se va a someter al cuerpo a una sudoración excesiva. No se recomienda tomar un baño turco en caso de que se haya comido abundantemente ni tampoco cuando se está hambriento o demasiado fatigado. También se recomienda una larga ducha previa.

En caso de cualquier tipo de padecimiento, lo ideal es contar con la aprobación del médico y seguir puntualmente sus indicaciones en cuanto a frecuencia y duración del baño turco.