El agua de mar es el agua que compone los océanos y mares de la Tierra, y consiste en una solución salada con una concentración de sales minerales disueltas de un 3,5% como media, entre las que predomina el cloruro sódico, conocido como sal de mesa. El agua de mar contenida en mares y océanos representa el 97,25% del agua total que forma la hidrosfera.
Características del agua de mar
El agua de mar no es simplemente agua con sal, pues se sabe que su composición incluye la mayoría de los elementos químicos naturales, aunque de muchos de ellos sólo contiene trazas. Seis componentes, todos ellos iones, son responsables de más del 99% de la composición de solutos del agua de mar.
Ciertamente, el cloruro sódico, también llamado sal de mesa o sal común, constituye aproximadamente el 3,5% de su composición. De los minerales encontrados en el agua de mar, se ha comprobado que el 85% lo constituyen el sodio y el cloro, mientras que todos los demás conforman el 15% restante.
El agua de mar forma parte del ecosistema más grande de la Tierra y es un regulador de la temperatura de nuestro mundo. Un dato a destacar es que el agua de mar contenida en mares y océanos representa el 97,25% del agua total que forma la hidrosfera.
La talasoterapia, técnica terapéutica donde se utilizan productos provenientes del mar, incluye baños en agua de mar, ya sea en piscinas o directamente en el océano, para tratar algunas dolencias o simplemente como tratamientos estéticos y de relajación.
Al agua de mar siempre se le han atribuido propiedades terapéuticas. A principios del siglo XX en Francia, Quinton demostró que inyectando agua de mar isotónica en pacientes que requerían transfusiones, se recuperaban rápidamente. Sus investigaciones concluyeron también que tratamientos de enfermedades de la piel, cólera, tifus, tuberculosis y otras, con este suero, eran exitosos debido a que el agua de mar da a las células la fuerza necesaria para combatir la enfermedad.
Sin embargo, y aunque en Francia el agua de mar para uso nutritivo y medicinal fue recetada por la seguridad social hasta el año 1975, se dice que su éxito fue minimizado debido a intereses económicos por parte de la industria farmacéutica, por lo que actualmente sólo se permite su distribución como bebida tonificante.
Muchos investigadores hacen profundos estudios donde comparan al agua de mar con el plasma sanguíneo humano e insisten en encontrar analogías en su composición química y funciones. Innumerables organismos desarrollan estudios tratando de demostrar que es un auténtico suero fisiológico, que al ser usado en una sopa marina puede convertirse en el nutriente e hidratante más asimilable y completo conocido, con lo que se resolverían muchos problemas de hambre y desnutrición.