Mochila portabebés

Una mochila portabebés es una mochila específicamente diseñada para transportar bebés o niños pequeños, por lo que permite llevar al bebé sujeto al cuerpo, quedando libres las manos de la persona que transporta el bebé. Existen diferentes modelos de mochilas portabebés, algunas que se portan al frente, especiales para bebés pequeños y de hasta 1 año, y otras para ser usadas en la espalda, apropiadas para bebés mayores y niños pequeños.

Mochila portabebes

Características de las mochilas portabebés

La mochila portabebés es una magnífica opción para cargar al bebé, ya que permite llevar al bebé sujeto al cuerpo, por lo que ofrece seguridad, la posibilidad de que el padre o la madre tenga las manos libres, comodidad para el bebé y la proximidad física tan necesaria en el desarrollo del bebé.

Básicamente, una mochila portabebés consiste en una especie de cesta de plástico u otro material, con acolchado en su interior y un asiento para el bebé, con correas ajustables tanto para el tamaño del bebé como para que el portador lo lleve de manera confortable.

Las mochilas portabebés se usan para bebés desde recién nacidos hasta que alcanzan un peso en torno a 11 kg. Su principal ventaja es que, puesto que se lleva al bebé sujeto al cuerpo, las dos manos del portador quedan libres para realizar otras tareas. Además, permiten libertad de movimientos al bebé, lo que ayuda a desarrollar el sentido del equilibrio y potencia su desarrollo psicomotriz.

Podemos clasificar las mochilas portabebés en dos grandes grupos:

  • Mochila portabebés para la espalda: son para ser usadas en la espalda. Son mochilas portabebés concebidas exclusivamente para llevarse en la espalda y están concebidas para bebés mayores. Estas mochilas cuentan generalmente con una estructura metálica para dar soporte al asiento, en el que el bebé va sentado hacia el frente, en dirección de la marcha. Resultan muy convenientes para largos paseos y caminatas cuando no es posible llevar un carrito, por lo que se utilizan incluso en senderismo de montaña. En ellas el bebé disfruta enormemente del panorama y se siente seguro debido a la proximidad de quien lo carga.
  • Mochila portabebés frontal: las llamadas mochilas portabebés frontales o ventrales, se llevan al frente y son especiales para bebés pequeños y de hasta 1 año. En la mochila portabebés frontal el bebé cuelga en posición vertical con la cara hacia el portador o hacia el frente, por lo que permite un mejor contacto físico y visual entre el bebé y el adulto, de tal manera que ayuda a desarrollar el vínculo afectivo entre el bebé y sus padres. También facilita a la madre dar el pecho al bebé de una manera discreta. Generalmente cuenta con diferentes formas de ajuste para ofrecer al bebé un adecuado soporte en la espalda, cuello y cabeza, de acuerdo con su edad y tamaño. En ellas, generalmente es posible llevar al bebé también de frente, cuando ya es capaz de sostener la cabeza y se interesa por lo que hay a su alrededor, por lo que resulta muy favorable para estimular la socialización.

En algunas mochilas portabebés el diseño está pensado para evolucionar con el crecimiento del bebé, de tal modo que pueden ser llevadas al frente o a la espalda en función de la edad y el peso del bebé. Para bebés a partir de 10/12 kg puede ser preferible usarla a la espalda, para no cansarse por el peso.

Son recomendables los modelos que incluyen un cinturón que rodea las caderas y quita gran parte de la carga de los hombros, ya que permiten descargar la columna vertebral de carga que la puede dañar. También es importante que las tiras que soportan el peso tengan un buen acolchado, de esta manera no se clavan tanto en los hombros.

Existen modelos que permiten acostar al bebé en la cuna simplemente soltando la parte que sujeta al bebé, sin que el portador tenga que quitarse la mochila portabebé entera, de tal manera que no se perturba al bebé mientras duerme.

Al adquirir una mochila portabebés es muy recomendable prestar especial atención a los materiales de la mochila, que deben permitir la transpiración. Además, el diseño debe ofrecer seguridad, un buen soporte y acolchado, y apoyo correcto tanto para la espalda como para el cuello del bebé, además de suficientes posibilidades de ajuste.