La conciliación (re-conciliar trabajo y familia) es un conjunto de acciones sociales, institucionales y empresariales cuyo objetivo es el desarrollo de una sociedad más igualitaria y justa, de modo que resulte compatible la vida personal, familiar y laboral de las personas. El modelo de trabajo basado en roles de género genera numerosos problemas por el desequilibrio en el reparto de responsabilidades entre hombres y mujeres, habiéndo asumido la mujer una doble jornada. La conciliación pretende ayudarnos a resolver estos problemas.
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Roles de género
Hasta no hace mucho tiempo, el trabajo se ha estructurado en torno al concepto del varón como sustento económico de la familia y la mujer encasillada en el rol reproductivo y afectivo. De acuerdo con este modelo, el trabajo remunerado lo desarrolla el hombre, mientras que la mujer se dedica a tareas reproductivas y de sostenimiento del hogar, consideradas como no laborales y por tanto exentas de derechos económicos, jurídicos y sociales.
Este modelo de trabajo es no sólo discriminatorio para las mujeres sino también para los hombres que asumen responsabilidades familiares, por lo que cada vez son más las personas que experimentan conflictos entre el trabajo y la familia. Este conflicto tiene consecuencias negativas tanto para los trabajadores como para las empresas:
- Insatisfacción laboral.
- Disminución del rendimiento.
- Elevación de las tasas de absentismo.
- Plantillas desmotivadas.
- Pérdida de personas cualificadas.
- Baja productividad.
La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el empleo y el entorno familiar se ve afectada negativamente por varios factores, como:
- La incorporación de la mujer al trabajo en desigualdad de condiciones.
- El desigual reparto de responsabilidades entre hombres y mujeres en la esfera privada.
- La perpetuación de la división del trabajo en función del género.
- Un déficit de servicios comunitarios de apoyo.
Conciliación laboral
La incorporación de la mujer al trabajo se ha producido en desigualdad de condiciones, ya que la asignación tradicional de roles de género ha permanecido independientemente de la situación laboral de la mujer, lo ha dado lugar a la asunción de una doble jornada por parte de la mujer. Los hombres no han aumentado su cuota de responsabilidad en la esfera personal, debido a que el reparto de responsabilidades entre mujeres y hombres no ha sido equitativo, por lo que las mujeres soportan doble carga.
La conciliación de la vida personal, familiar y laboral responde a la necesidad de resolver estos conflictos que afectan a las personas, a las empresas, a la familia y a toda la sociedad. La conciliación es un modo de organizar el entorno laboral que facilita a hombres y mujeres la realización de sus responsabilidades laborales, personales y familiares. Conciliar no supone trabajar menos, sino de forma distinta.
Conciliación y empresa
En muchas empresas se percibe el conflicto como algo ajeno y como una amenaza potencial al rendimiento, y se considera que facilitar la conciliación supone un coste que la empresa no está dispuesta a asumir.
Pero cada vez son más las personas que evalúan positivamente, a la hora de buscar o cambiar de trabajo, el valor añadido que les puede ofrecer la empresa en lo referente a mejorar su calidad de vida. Por ello, muchas empresas están cambiando su enfoque y han empezado a aplicar medidas que favorecen una mejor conciliación entre trabajo y vida personal, así como la igualdad de género.
La valoración económica del empleo va cambiando hacia una percepción más subjetiva del puesto, demandando unas condiciones que ayuden a un mejor equilibrio de todos los aspectos de la vida. Este valor que pueden ofrecer algunas empresas retiene el talento y ayuda a los profesionales y a la organización a ser más productivos. Los trabajadores que logran alcanzar este equilibrio están más satisfechos y más dispuestos a comprometerse en favor de su empresa, al tiempo que sus niveles de productividad crecen a medida que la empresa se muestra sensible a sus expectativas y necesidades.
Las empresas pueden ayudar a sus empleados a conciliar de varias formas: horario flexible, jornadas reducidas, jornadas comprimidas, teletrabajo, escuelas infantiles, desarrollo de servicios para el cuidado de las personas dependientes, sensibilización en valores, etc.
Conciliación y sociedad
Los poderes públicos tiene un papel prioritario en la potenciación de la igualdad entre hombres y mujeres, impulsando políticas de fomento del empleo y promulgando leyes que establezcan medidas de conciliación.
Otro aspecto muy importante es el de la sensibilización y educación de la igualdad, el reparto de responsabilidades y la conciliación desde el entorno escolar para cambiar las actitudes y paradigmas de las nuevas generaciones.