Los zapatos náuticos para navegar o simplemente náuticos, son un tipo de calzado especialmente concebido para practicar la navegación, actividad muy exigente que precisa un buen material para practicarla con garantías. Los zapatos náuticos deben ser cómodos, resistentes, fáciles de poner y quitar, estar fabricados con materiales muy transpirables y llevar suela antideslizante, anti-marcas, resistente a la abrasión y con dibujo para no resbalar.
Características de las zapatos náuticos para navegar
Para salir en barco a navegar es necesario ir bien preparados, y uno de los aspectos básicos a tener en cuenta es llevar calzado adecuado para ir en barco. El calzado ideal para la navegación en un barco de vela son los zapatos náuticos.
Aunque en muchas ocasiones no se presta mucha atención al calzado cuando se planifica una salida en barco, es una parte de la indumentaria muy importante para pasar una jornada en el mar, ya que una elección errónea del calzado para navegar puede tener serias consecuencias, puesto que a bordo de un barco la posibilidad de sufrir un resbalón es muy grande.
Aunque al desembarcar en la playa, el puerto o las rocas con la lancha neumática es recomendable utilizar calzado de baño, como sandalias o chanclas de goma, y una vez fondeados podemos estar descalzos, navegando es mejor ir calzado con unos buenos zapatos náuticos para evitar golpes y heridas en los pies.
Los zapatos náuticos son generalmente de piel, lona o materiales sintéticos, y tienen suelas de goma diseñadas para usarse en embarcaciones, generalmente con relieve o estriado para proporcionar un mejor agarre a la cubierta de la embarcación.
Los zapatos náuticos deben ser cómodos para poder disfrutar de un agradable día de navegación, así como resistentes para soportar el agua salada y las duras condiciones de la vida del mar. Debe hacerse notar que ser resistentes al agua salada no implica que impidan que los pies se mojen, sino que el agua no daña los materiales ni la construcción de los zapatos.
Deben estar fabricados con materiales muy transpirables para poder llevarlos sin calcetines y asegurar una buena aireación de los pies. Para una mejor protección contra las bacterias y los hongos, es recomendable que los zapatos náuticos dispongan de plantilla perforada desmontable y lavable, para una mejor ventilación y drenaje, a ser posible con tratamiento antimicrobiano.
Conviene también que los zapatos náuticos sean fáciles de poner y quitar, y que dispongan de un sistema de atado ajustable que permita una buena sujeción al pie. Generalmente para atarlos cuentan con cordones, que pueden ser textiles o de piel, que rodean el zapato en todo su perímetro. Los cordones entran y salen en trayectos regulares por orificios con remaches de metal, lo cual ofrece un mejor y cómodo ajuste.
Respecto a la suela, son preferibles los náuticos con suela anti-marcas de color blanco o claro, de goma antideslizante y con dibujo para no resbalar, ya que las suelas negras o duras pueden dejar señales, ensuciar, arañar o afear la cubierta del barco. Para mayor durabilidad, es conveniente una suela de gran resistencia a la abrasión.
Aunque inicialmente los zapatos náuticos fueron diseñados para navegar, su calidad, resistencia al agua, durabilidad y comodidad los han hecho los favoritos de muchas personas también para la vida diaria, siendo considerados como clásicos hoy en día.