La carrera a pie es sin duda la actividad deportiva más practicada, por lo que no es de extrañar que las zapatillas de correr, también llamadas zapatillas de running, sean es un sector de gran consumo. En los últimos años el mercado de las zapatillas para correr ha experimentado una gran expansión ya que se han desarrollado modelos específicos para cada modalidad de carrera a pie, como zapatillas de asfalto, de trail running, de triatlón, de atletismo o de cross-training, tanto en versión masculina como femenina.
Clases de zapatillas de correr
Cualquier zapatilla deportiva no es apta para correr, ya que unas zapatillas diseñadas para el tenis o baloncesto no darán las prestaciones necesarias a un corredor en lo referente a amortiguación, flexibilidad, flexibilidad o agarre.
Por ello, para correr con comodidad, seguridad y eficacia es fundamental disponer de zapatillas específicas de running, adaptadas además al pie, objetivos y modalidad de carrera practicada por el atleta.
Veamos los principales tipos de zapatillas de correr:
- Zapatillas de running: son zapatillas especialmente concebidas para correr en superficies duras, como asfalto o cemento, por lo que cuentan con una amortiguación con gran capacidad de absorción, sistemas estabilizadores y control de la pisada. Podemos diferenciar entre zapatillas de running de entrenamiento y de competición. Las de entrenamiento suelen ser resistentes, duraderas, reforzadas, estables, con mucha amortiguación y bastante pesadas. Frente a ellas, las zapatillas de competición buscan ante todo velocidad, por lo que son ligeras y tienen pocos refuerzos y sistemas de estabilización y amortiguación, siendo su vida útil menor.
- Zapatillas de trail running: están diseñadas para correr por tierra, caminos, hierba y piedras, por lo que son muy utilizadas en carreras de montaña, raids y pruebas de aventura. Las zapatillas de trail running se caracterizan por estar fabricadas con materiales resistentes y ligeros, suela con mucha adherencia y tracción, y por incorporar las últimas tecnologías en sistemas de amortiguación y estabilización.
- Zapatillas de correr para triatlón: se caracterizan por ser muy ligeras, muy rápidas de poner y quitar para no perder tiempo en las transiciones, evacuar el agua con eficacia, permitir correr sin calcetines ni medias sin causar rozaduras y ser muy ventiladas y transpirables. Las zapatillas de correr para triatlón se emplean principalmente triatlones y duatlones de corta distancia, mientras que en Ironman y triatlones de larga distancia generalmente se usan zapatillas de correr convencionales por su mayor capacidad de amortiguación.
- Zapatillas de atletismo: son zapatillas muy técnicas concebidas para practicar el atletismo tanto campo a través como en pista, y se caracterizan por ser muy ligeras y por incorporar clavos en la suela a fin de conseguir la mayor tracción posible. Generalmente cada especialidad del atletismo dispone de modelos específicos, adaptados a la modalidad deportiva y a las diferentes superficies, como tartán, hierba, tierra o barro.
- Zapatillas de cross-training: están pensadas para combinar diferentes deportes en nuestros entrenamientos, entre otros la carrera a pie, por lo que resultan muy apropiadas para correr gracias a su estabilidad, amortiguación, agarre de la suela, sujeción del pie y fabricación en materiales resistentes.
- Zapatillas de correr de mujer: la mayoría de fabricantes de zapatillas de correr comercializan sus zapatillas tanto en versión masculina como femenina, debido a sus diferentes patrones de carrera. Esto se debe a las notables diferencias biomecánicas entre hombres y mujeres, lo que exige zapatillas de running adaptadas a cada género en lo que se refiere a peso, flexibilidad, horma y amortiguación, así como en apariencia estética.