Junto con las zapatillas, la raqueta de pádel, también llamada pala de pádel o paleta de pádel, es una de las piezas más importantes del equipo de pádel. Su elección es muy importante no sólo porque una raqueta de pádel adecuada favorece nuestro juego sino también porque evita la aparición de lesiones. Para su adquisición tomaremos en cuenta numerosos factores, como materiales de construcción, peso, balance, forma, perfil, tamaño, estética, estilo de juego, nivel técnico, edad, género, clima y condición física.
Partes
Veamos las distintas partes que integran una raqueta de pádel:
- Marco: es la parte exterior que rodea la pala aportando firmeza y resistencia, generalmente es de fibra de vidrio o fibra de carbono.
- Superficie de impacto: es la zona central donde impacta la bola, está fabricada de EVA, Foam o de una mezcla de ambas, recubierta de laminados y perforada con agujeros.
- Empuñadura: lleva overgrip, una cinta ancha de material antideslizante para adaptar el grosor a la mano, absorber la transpiración y mejorar el agarre. Incluye una correa de sujeción a la muñeca como protección obligatoria contra accidentes.
Características
Veamos cuáles son las principales características de una raqueta de pádel:
- Peso: las paletas ligeras proporcionan mayor velocidad de respuesta pero castigan más la musculatura y tienen menor vida útil. Las paletas pesadas dan más potencia pero son más difíciles de mover, restándonos movilidad e incrementando el cansancio. La forma y balance de la raqueta de pádel varía la sensación de peso.
- Espesor: el grosor habitual es entre 36 mm y 38 mm.
- Balance: una raqueta de pádel bien equilibrada supone mayor control y descanso para la muñeca. Si el peso está desplazado hacia la cabeza se gana potencia pero provoca mayor cansancio y sobrecarga la muñeca. Desplazando el peso hacia la empuñadura se obtiene mayor control perdiendo potencia.
- Superficie de impacto: las palas de EVA ofrecen mayor rebote y potencia, las de Foam amortiguan más el rebote y permiten mayor control, mientras que las híbridas mezclan los dos materiales anteriores ofreciendo al mismo tiempo estabilidad, potencia y menos vibraciones.
- Forma: hay tres formas de raqueta de pádel. La paleta diamante o triangular aporta potencia, con un área de impacto reducida en la cabeza, por lo que exige buena técnica para centrar los golpes. Las paletas redondas tienen un balance centrado y una amplia zona de impacto que aporta control y ayuda en los golpes descentrados. Las paletas pera o lágrima son las más comunes y combinan las propiedades de las anteriores, ofreciendo mayor pegada que las redondas y mayor control que las diamante.
- Tamaño: hay tres tamaños de raqueta de pádel, oversize (aumenta la zona de recepción y la potencia pero perdiendo control), classic (aumenta el control y la precisión pero se reduce el área de impacto) y midsize (el más utilizado por su versatilidad y falta de carencias, es intermedio entre los dos anteriores combinando sus características).