Se denomina sucedáneos del café a todos aquellos productos no derivados del café, con los cuales se pretende imitar el café. Los sucedáneos del café generalmente carecen de cafeína, y se utilizan por ejemplo porque el café no está disponible o al preparar comidas para niños o para personas que deben evitar la cafeína o que las consideran más saludables que el café.
Qué son los sucedáneos del café
Los sucedáneos del café son productos utilizados como imitación del café. Esto puede deberse a razones religiosas, médicas, económicas o por falta de disponibilidad del café. También son muy solicitados para incluirlos en las comidas de niños y se cree que son bebidas más saludables que el café ya que no contienen cafeína.
La cocina coreana y algunas otras tradiciones culinarias, como en Polonia y el este Asiático, incluyen bebidas a base de cereales tostados aunque no propiamente como sustitutos del café sino simplemente como otra opción de bebidas calientes.
Los principales sucedáneos de café son elaborados a base de granos o cereales tostados y algunos otros vegetales.
La diversidad de sustancias orgánicas que se utilizan como sucedáneos del café es enorme. Entre las principales se pueden mencionar las siguientes: malta, raíz de achicoria, espárragos, bellotas, almendras, cebada, remolacha, zanahoria, maíz, semilla de algodón, melaza, higo, centeno, piel de patata, salvado de trigo, boniato o camote, hayuco, guisante, raíz de diente de león y arroz integral entre otros.
Todos ellos pueden ser utilizados solos o combinados, y son tostados, molidos y procesados para obtener un polvo que pueda ser diluido en agua caliente.
La malta y la raíz de achicoria son probablemente los de mayor uso. La cebada es fermentada, germinada y tostada para obtener una bebida llamada café malta. Esta bebida, que contiene aminoácidos y minerales como sodio, calcio, zinc, fósforo y potasio, es muy recomendable por sus propiedades diuréticas y depurativas. No contiene cafeína y su contenido de grasas es muy escaso.
La raíz de achicoria es también secada, tostada y molida para obtener un sucedáneo del café pero sin cafeína. Se le atribuyen propiedades benéficas para la salud como estimular el apetito y facilitar la digestión, por lo que se recomienda para quienes tienen padecimientos hepáticos o biliares. Al no tener propiedades estimulantes no está contraindicado para personas con afecciones gástricas o hipertensión.