La radiación ultravioleta o radiación UV, es la radiación electromagnética no visible cuya longitud de onda está comprendida entre 15 y 400 nm. Su nombre se debe a que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que los humanos denominamos color violeta.
Qué es la radiación ultravioleta o radiación UV
El sol representa una fuente de energía que es liberada en forma de radiaciones que van desde el infrarrojo hasta el ultravioleta, gamas de frecuencia que no son perceptibles visualmente por el hombre.
Muchas de estas frecuencias quedan retenidas en las capas superiores de la atmósfera, donde gases como el ozono las absorben.
Pero la capa de ozono se ha ido adelgazando como consecuencia del uso de productos químicos como los clorofluorocarbonos (CFC). Mientras más delgada sea esta capa mayor será la cantidad de radiaciones nocivas que lleguen a la superficie de la tierra.
Esta situación puede ocasionar graves daños a la salud como cáncer en la piel, enfermedades degenerativas e inmunológicas y cataratas además de las quemaduras y arrugas prematuras.
Pero la radiación UV no sólo afecta a las personas, también al reino vegetal y animal alterando ciclos y entornos tanto en la tierra como en el mar ya que es mutagénica, es decir, que puede inducir a mutaciones debidas a alteraciones en el ADN.
Los rayos ultravioleta son de tres tipos:
- UVC: son muy agresivos pero no logran atravesar las altas capas atmosféricas.
- UVB: en parte son bloqueados por la capa de ozono y las nubes, pero alcanzan la superficie terrestre causando desde quemaduras hasta cáncer. Son los más peligrosos.
- UVA: al activar la producción de melanina originan el bronceado pero destruyen el colágeno natural, provocando envejecimiento prematuro. La capa de ozono los bloquea en cierta medida, pero nunca las nubes.
Al descubrirse estos riesgos se trató de implementar sistemas de medición de la radiación ultravioleta, pero los índices y mediciones variaban mucho de un país a otro.
Por ello se publicó por parte de organismos internacionales, un sistema estándar con un código de colores para alertar a la población, denominado índice UV:
- Verde: riesgo bajo, índice UV <2.
- Amarillo: riesgo moderado, índice UV 3-5.
- Naranja: riesgo alto, índice UV 6-7.
- Rojo: riesgo muy alto, índice UV 8-10.
- Violeta: riesgo extremo, índice UV >11.
Por todo lo anterior, vemos que es necesario tomar medidas de prevención para no sufrir daños irreparables debidos a la radiación UV.