El uso del casco de ciclismo se ha popularizado de manera importante en los últimos años, debido a los estudios que demuestran que reduce notablemente el riesgo de sufrir heridas de gravedad en la cabeza, así como al hecho de que en muchos países es obligatorio. A la hora de comprar un casco de ciclismo conviene valorar diversos factores, ya que debe proporcionar protección durante el ejercicio pero también debe ser ligero, cómodo y muy ventilado.
Características del casco de ciclismo
De algún tiempo a la fecha, además de que el ciclismo está en auge por muy diferentes motivos como ecológicos, deportivos y otros, se ha popularizado de manera importante el uso del casco de ciclismo.
La evolución del casco de ciclismo ha sido muy rápida debido a que se busca cada vez una mayor comodidad sin sacrificar la protección. A este respecto existe cierta controversia sobre si el uso del casco debe ser obligatorio o no. Quienes se oponen a su uso obligatorio argumentan que protege únicamente en caso de golpes y accidentes en donde no se ven involucrados otros vehículos, y que no brinda protección alguna al cuello en cuanto a golpes o giros bruscos.
Algunos estudios realizados por expertos en la materia demuestran que el casco de ciclismo puede reducir hasta en un 85% el riesgo de heridas, golpes de gravedad y otras lesiones en la cabeza. Hay que recordar que no solamente se pueden sufrir golpes sino también heridas y raspones.
Una de las principales características de los cascos de ciclismo es que están fabricados principalmente de un material llamado poliestireno expandido, que es una espuma rígida muy fuerte pero muy ligera. Este material, al recibir el impacto lo que hace es absorberlo y distribuirlo sobre una mayor superficie del cráneo.
La capa exterior del casco, que también se conoce como carcasa, no es únicamente decorativa sino que por lo general es una superficie completamente lisa que precisamente permite un deslizamiento que desvía el impacto reduciendo la intensidad del golpe.
El casco de ciclismo debe ser pues ligero, fuerte, aerodinámico y por supuesto muy ventilado para que no se acumule el sudor derivado del gran esfuerzo realizado durante el pedaleo. Así mismo, debe contar con la etiqueta de homologación correspondiente.
Es muy importante verificar que el casco reúna las condiciones de seguridad y comodidad necesarias. Un detalle que no debe pasarse por alto es que si un casco de ciclismo se vio involucrado en un accidente, debe reemplazarse aunque exteriormente no parezca dañado, ya que su estructura interna puede haberse afectado y en un futuro accidente, lejos de ser una protección resulte un factor de riesgo.
También debe verificarse su fecha de fabricación, ya que la vida útil de un casco de ciclismo es limitada, puesto que el tiempo, los rayos UV de la luz solar y los cambios de temperatura hacen que los materiales pierdan sus propiedades.